lunes, 28 de octubre de 2013

UNA MAÑANA EDUCATIVA

   Organizado conjuntamente por los grupos Kima Berdea y Plural/Anitzak hemos disfrutado de una mañana estupenda en compañía de nuestro guía-ecólogo Toño, que nos ha ido explicando durante el paseo, lo afortunados que somos al disponer de este enclave  donde, en poca distancia, tenemos ejemplo de bosque mediterráneo y bosque atlántico.Esto es debido a la pluviosidad tan variada que se da en esta zona. Se trata de la zona Serantes-Montaño-Punta Lucero.
  Hablando de flora, la especie más habitual es el QUERCUS, cuya característica principal es su fruto: la bellota. De esta especie nos podemos encontrar hasta 5 variedades dependiendo de la zona donde nos encontremos.




  
   Antes de subir vemos una encina que está echando brotes primaverales a finales de octubre, claro ejemplo del cambio climático y sus consecuencias.

   Por el camino, nos paramos a observar un seto vivo, compuesto de madroño, zarzas, rosal sivestre, laurel, espino albar, etc.... Este seto sirve en invierno de refugio y despensa para la fauna local. Las bayas de estos arbustos también son muy apreciadas por los humanos.


   Un ejemplo de especie típica mediterránea es el enebro, cuyo fruto se utiliza para aromatizar la ginebra. Alrededor de este arbusto encontramos una enredadera que se llama zarzaparrilla, utilizada también para la obtención de una bebida.
   Ahora toca atacar el tramo más duro de la excursión, la subida y la bajada.

   
   ¿Como puede haber especies mediterráneas en una zona tan septentrional? Las semillas de estas plantas han llegado hasta aquí por diferentes cauces, pero lo importante es que han encontrado las condiciones de terreno y climatológicas adecuadas para criarse y extenderse.


   El arbusto que se ve en primer plano se llama coscoja, otro quercus típico del clima mediterráneo, concretamente  nos encontramos con las colonias de este arbusto más al norte que se conocen. Más arriba nos hemos encontrado con jaras, otro arbusto que crece en abundancia en Extremadura o Andalucía, zonas típicamente mediterraneas.
  
  Ya en la cima, hemos podido observar como la refinería ocupa una zona de gran valor ecológico como son las marismas del río Barbadún. Un ecosistema muy rico en nutrientes que alberga una gran riqueza y variedad de flora y fauna y que ahora se encuentra desaparecido y anulado por el ser humano.



   Tras reponer fuerzas realizamos el descenso hacia un encinar típico atlántico, con árboles de gran porte, entre ellos otras especies de quercus, como nuestro emblemático roble. 
   Parece mentira que estemos a pocos metros de la autopista en un bosque completamente virgen rodeados de naturaleza en estado puro. Aquí dentro, te abstraes de la polución, el ruido y el estrés de la "civilización", un oasis verde en nuestra degradada Zona Minera.


    Ya de camino a la parada de la playa de La Arena, nos encontramos con una puerta en medio del camino, con candado. Si llega a estar cerrada no tendríamos camino de salida. 
   Yo creía que el monte es de todos y que los caminos no se pueden cerrar. Por lo visto no es así y cada vez vamos a tener más trabas los que amamos el monte y la naturaleza. Las autoridades deberían de mostrar más interés por estas cosas. El monte es patrimonio de todos y nadie debería de apropiarse de caminos y zonas de interés natural y paisajístico.

"La gente que no hace nada por conservar los árboles, vivirá pronto en un mundo que tampoco pueda sustentar a las personas".
Bryce Nelson
    

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