GAROÑA

   Llevamos varios meses con la central nuclear de Garoña cerrada y no nos ha pasado nada. Ni apagones, ni falta de energía para el consumo, seguimos funcionando igual. Entonces, ¿por qué quieren volverla a abrir?.

   En el vídeo que ves a continación, Greenpeace demuestra la falta de seguridad ante un acto terrorista. ¿Te imaginas si en vez de botes de humo son explosivos? El daño para la salud de millones de personas sería irreparable. Nosotros entre ellas.

  Ya sabemos el resultado  que produce un accidente nuclear y el daño que crea  en las personas. Tenemos el ejemplo de Chernobil. Un estudio realizado por Greenpeace muestra que los alimentos cultivados en algunas zonas de Ucrania siguen contaminados 25 años después de la catástrofe. La Academia de Ciencias Rusa estima que ese accidente nuclear ha causado 200.000 muertes entre 1990 y 2004. Aun hoy  miles de personas padecen enfermedades relacionadas con la radiación.
  En Fukushima  se han evacuado 150.000 personas, tienen 28 millones de metros cúbicos de suelo contaminado por sustancias radiactivas y el país tendrá que asumir un coste total del desastre de 520 a 650 mil millones de dólares. Falta por evaluar los daños a la salud y al medio ambiente que han causado los vertidos de agua radioactiva al mar. Eso lo sabremos dentro de varios años, los resultados nos sorprenderán negativamente. Seguro. Son cifras catastróficas, datos espeluznantes que nos tienen que hacer reflexionar sobre la idoneidad de disponer de este tipo de energía en nuestro planeta.

  
 Garoña fué diseñada para funcionar durante 40 años y en estos momentos tiene cerca de 43. La energía nuclear genera residuos radioactivos cuya vida puede ser de miles de años. Algunos de estos residuos se han arrojado al mar.
 Sobran razones para cerrar estas instalaciones obsoletas. El partido político EQUO pone otra razón más. Es ilegal. 

   En una entrevista publicada en El Pais, (enlace) el ministro de Energía responde lo que veis a continuación sobre el tema de Garoña. Está claro, sus posiciones a favor de la energía nuclear se sustentan en el aspecto económico, como no podía ser de otra manera. No apuestan por las energías renovables, más limpias y rentables a largo plazo.

 Estos son los responsables de nuestro bienestar, personas que anteponen el beneficio económico a la seguridad , cambiando la normativa para favorecer a la empresa sin importarle las graves consecuencias para la población de un accidente por el mal estado de dichas instalaciones.