jueves, 2 de enero de 2014

GLOBALIZACIÓN.




   Según la ley de la oferta y la demanda en un mundo globalizado, las grandes empresas se pueden instalar en cualquier país, sin tener en cuenta los costes de transporte, por lo que la distancia no influye en el coste económico del producto.
   A la hora de elegir la localización de una factoría, lo que hay que tener en cuenta es el coste de la mano de obra y una tasa baja de impuestos.
   Como no existe el lugar donde la mano de obra barata coincida con pagar pocos impuestos, la globalización es la solución para las grandes multinacionales; les permite producir donde la mano de obra es más barata y pagar impuestos en paraísos fiscales. Bingo!!



   Donde si aporta la deslocalización en materia de igualdad es en el trabajo, pero igualdad a la baja, porque para competir contra la mano de obra barata, los trabajadores de países más desarrollados laboralmente deben reducir sus salarios y sus condiciones laborales.
   La lógica es aplastante: La globalización hace a los millonarios más ricos y a los de abajo más pobres. Ellos en sus paraísos fiscales no pagan impuestos y nosotros pagamos para que ellos tengan mejores infraestructuras y ganen más dinero. ¿Es la globalización un sistema justo e igualitario?, ¿vivimos en un mundo mejor al estar más globalizados?

  

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